WAFA documentó el hecho, que evidencia la política de silenciar testigos. La cifra de comunicadores asesinados por fuerzas israelíes ya supera los 140.

El periodista Mubasher Shabat, colaborador de Al Jazeera, murió este lunes tras un bombardeo israelí contra su vehículo en la calle Salah ad-Din, al norte de Gaza, mientras cubría la ofensiva. El ataque, que también mató a cuatro civiles e hirió a otros, ocurrió horas después de que otro reportero, Mohammad Mansour de Palestine Today TV, fuera asesinado en un ataque aéreo al sur de Khan Younis.

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Las fuerzas israelíes intensificaron sus ataques en toda la Franja, dejando decenas de víctimas, entre ellas trabajadores de medios.

Con Shabat, ya son más de 206 periodistas asesinados por Israel en Gaza desde octubre de 2023, en una campaña que busca silenciar el testimonio de los crímenes de guerra. Tras romper la tregua el 18 de marzo, sus bombardeos han matado a 506 palestinos, incluidos más de 100 niños.

Asimismo, la ocupación israelí bloquea la ayuda humanitaria y mantiene el asedio genocida, mientras que la comunidad internacional mira apática este exterminio que ya supera los 50.000 muertos.

La ofensiva israelí ha masacrado a 50.000 palestinos -el 70% mujeres y niños- y dejado 113.408 heridos, con al menos 10.000 desaparecidos bajo los escombros. Dos millones de gazatíes han sido forzados a huir, concentrándose en Rafah en un éxodo que supera la Nakba de 1948.

Mientras la limpieza étnica avanza, documentada por trabajadores de la comunicación y algunas organizaciones de derechos humanos, la comunidad internacional permanece en silencio cómplice ante esta catástrofe humanitaria.

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